El suminagashi surge en Japón entre los siglos XI y XII y se traduce literalmente como “tinta que flota en el agua”. Es una técnica de estampación por la cual se vierte tinta negra y un dispersante sobre la superficie de agua que después es recogida en un papel obteniendo así un dibujo o patrón. Debido a la naturaleza del medio, la tinta fluye rápidamente y es difícil controlar su recorrido. Todo puede alterarlo, incluso la propia respiración.

El trabajo de Amelia nos emocionaba y fue ponernos en contacto con ella para que la colaboración surgiera con fluidez. En la entrevista que le hicimos en el blog, ella nos contó que acababa de recomendar las velas de Casa Tenue a un amigo y justo ese día le escribimos. Una invocación a toda regla 😉